Esto de tener que entrar a las tiendas rosadas

Se viene......debo armarme de todo el coraje para enfrentarlo de la mejor manera. Arrrrrrrghhhhh........garras no me faltarán, pero es una batalla que tengo que luchar hasta el fin.






Hace aproximadamente un año a mi novia le había llamado la atención un pijama de una tienda del Mall Florida. El pijama era muy bonito, además tenía la gracia de ser muy coqueto y sensual (Ohhhh....no....estas palabras no pueden ser mías¬¬). La tienda, toda rosada, decorada con flores y atuendos sólo para mujeres. Además de tener vestimentas para dormir, contaba con ropa interior y lencería, dándole un toque aún más femenino. (puede que me enrede con estos conceptos: lencería, ropa interior, pijamas)

Pronto era el cumpleaños de mi novia. Había barajado varias alternativas para su regalo, pero finalmente me decidí por ese pijama bonito que le había gustado. Llegó el día en que fui a comprarlo. Hasta ahí no le había tomado el peso a lo que me venía. Llegué a la tienda........respiré........media vuelta.......me hice el weón.....pense: *después dicen que no las entendemos*.......me dije: *weón, hazte el valor de entrar, no podí tener tan mala cuea que alguien conocido te pille entrando a una tienda toda rosada*.........coraje y valor......media vuelta.......miré para todos lados......nadie a la vista.....¡¡¡¡por fin entré!!!!

Estando adentro, dos niñas atendían. Me miraron tiernamente, como si fuera un niño perdido que no sabía donde estaba su mamá. Tímidamente me acerqué y pregunté por el pijama bonito que estaba en la vitrina. Rápidamente di a entender que se trataba de un regalo para mi novia. Luego me preguntaron la talla -erhhhhhmmmm.....M....dije dubitativamente. Me pidieron descripciones y todo, pero recordé que M era la talla que había comprado en otras prendas. Por fin estaba tranquilo y feliz por la compra. Pero aún faltaba más, las bolsas para llevarme el pijama era ¡¡¡toda rosada!!!, y no tenían otra bolsa. A esa altura ya estaba vacunado, ya era mucho lo que me estaba persiguiendo. Salí con mi compra, todo por hacerla feliz me dije....pero no, al rato tuve que guardarla en mi mochila con el cuidado de no arrugarla. Sé que soy un perseguido, ¿y qué?

Este año se acerca peligrosamente el día en que tendré que armarme de valor nuevamente. No basta con tener que portar las pequeñas carteras rosadas mientras ellas se van a probar ropa, regalarle la espalda para que satisfagan sus pecaminosos deseos de sacarte los puntos negros, etc....etc...etc....

A pesar de todo, no cambio por nada su rostro de felicidad.

Así que por lo pronto sólo me queda sacar valor y fuerza. Sé que soy exagerado, ¿y qué?