A pesar de estar a altas horas de la madrugada, no tenía nada de sueño. La dichosa oportunidad de conocer a este vampiro me hizo estar alerta todo el tiempo y preparado para dirigir la sesión de preguntas. Si bien muchas de sus actitudes me provocaron desconfianza, finalmente pude relajarme y con ello dar el paso a la entrevista.
He aquí el registro:
Periodista: Señor, mi trayectoria me ha dado señales claras de la existencias de los vampiros. Mucha gente no cree en ellos, ya que lo asocian a mitos e historias de fantasía. Sin embargo, tengo pruebas y testimonios que validan mi teoría. ¿Qué me dice al respecto? ¿Usted se considera un vampiro?
Vampiro: jajajaja....¿Vampiros? Seres de la noche, vida eterna, una criatura que se alimenta de sangre de seres vivos para mantenerse activos. Veo que buscas una prueba más contundente y así no tener dudas. Pues mira, si yo fuera un vampiro, tu sangre ya hubiese recorrido tu cuello antes de entrar acá.
Periodista: Pero he investigado mucho sobre usted. Mis testigos aseguran que posee todas las costumbres de estos seres. Jamás se le ha visto de día y suele confundirse con sombras y movimientos sigilosos fuera de lo normal. Es más, ¿por qué me citó a esta hora?
Vampiro: ¡Odio el calor! El sol le hace daño a mi piel blanca, además el ruido de la ciudad apesta. La tranquilidad de la noche te deja meditar, cuestionar lo bueno y lo malo que ronda tu vida. La noche es más entretenida. Disfruto lo placeres que entrega la pasión y de las facultades especiales que poseo.
Mientras anotaba sus respuestas se puso de pié un instante para colocar algo de música. Aún conservaba los antiguos cassetes y me los mostró orgullosamente como un tesoro. Tenía una gran variedad y se notaba que le rendía culto.
Aún me encontraba conmocionado con sus respuestas. Esperaba la confirmación de su condición de vampiro, pero veo que es imposible comprobarlo con sus propias palabras. Los vampiros no reconocen su verdadera identidad. Niegan hasta el final que son seres inmortales y poderosos. A pesar de todo, seguía firme con mi teoría. Me encontraba ante uno de los vampiros más temibles e imponentes de estos días.
Periodista: Continuando con la ronda de preguntas, muchos testigos me han dicho que lo consideran un tipo extraño y que no se manifiesta como el resto de los mortales. Al parecer es una persona que no muestra su verdadera identidad ante los demás. ¿Qué me dice al respecto?
Vampiro: Vaya, no esperaba otros comentarios. Te diré jovencito que soy muy selectivo con mis víctimas. No me muestro ante todos ni me interesa hacerlo. Me han dicho que soy pesado, hostil, frío y poco afectuoso. Me incomoda la simpatía artificial de muchos mortales, que si bien buscan acercarse, sólo consiguen incomodarme más. Creo que nace para quebrar el hielo de la mutua desconfianza y conmigo eso no funciona. Adoro lo natural y en donde la espontáneidad es protagonista. Otra forma de hallarme es quebrando el hielo sin ningún tipo de barreras falsas. La patudez y atrevimiento son los mejores aliados.
Periodista: Entiendo, entonces puedo inferir que debe ser una persona bastante insocial y que es no se adapta al medio en que vive.
Vampiro: Mala deducción joven periodista. Yo necesito de las personas y comunes mortales para poder desarrollarme y cultivar mi conocimiento. La sabiduría se obtiene con las diversas interacciones que alcanzo con cada uno de ellos. Por lo mismo, soy bastante selectivo a la hora de escoger con quienes decido mantener lazos.
Periodista: No entiendo. Se le acostumbra verlo en muchas situaciones apartado de los demás. ¿Cómo explica eso?
Vampiro: jajajaja.....Los tipos como yo somos cazadores solitarios. Cazar en grupo es una pérdida de tiempo, ya que no tengo la tranquilidad para escoger a la mejor víctima. No me mezclo con el resto de los mortales todo el tiempo y lo sólo hago en ocasiones especiales para alcanzar otros objetivos.
Respuestas muy elocuentes recibía hasta ese momento. Percibí la ironía en alguna de ellas, pero no podía redirme ante eso. Me había propuesto descubrir la verdadera identidad de este señor, quien estaba entusiasmado ante mis consultas.
La tercera parte vendrá pronto. Este vampiro da para mucho.
Gracias a todos por sus comentarios^^
Después de mucho tiempo pude conseguir una cita con el vampiro más imponente de estos días. No ha sido fácil, ya que ha estado ocupado con sus tareas vampirescas. Debo reconocer que en un comienzo tenía bastante miedo. No sabía cómo reaccionaría ante mis preguntas. Además, tiene fama de ser gruñón y malhumorado cuando algo le incomoda. A pesar de todo, arriesgué todo ante esta oportunidad única. No podía darme el lujo de desperdiciar tan cotizada entrevista.
Estaba fijada para el día miércoles 16 de enero. Este señor aceptó mi propuesta y me invitó a su hogar cerca de las 3:00 de la mañana. La noche estaba calurosa, insoportable y deseando un poco de aire fresco. Mi ansiedad era lo único que quebraba la tranquilidad de la persistente. El recibimiento fue muy cortés, aunque el saludo con sus manos frías me provocó una extraña sensación. Su estancia estaba bastante apartada e independiente del resto del refugio. Es habitual que los vampiros se mantengan alejados y así evitar que descubran su verdadera identidad. Sus cuadros e ilustraciones colgados en la pared me hicieron notar su gusto por la pintura y su arte. Algunos, me confesó, los había hecho él mismo en su plenitud como pintor.
Fue así como me invitó a su escritorio mientras que portaba un gran tazón con un líquido oscuro. Me ofreció, pero no quise aceptar respondiendo que traía mi propio bebestible. No hizo más que reirse y beber más de su desconocido brebaje. Fue algo intimidante. Me insitió en la pureza y la vigorosidad que me entregaría ese líquido. Rechacé su nuevamente su oferta, siendo amable y firme a la vez. De un momento a otro estaba frente a frente con el vampiro. Atiné a sacar mi libreta y comenzar con la tan esperada entrevista. Sus ojos parecían distraídos ante mis movimientos. Mientras buscaba mi lápiz no hacía más que tomarse la cabeza y acariciar su pelo. Finalmente estaba todo listo. La sesión de preguntas, que las había elaborado cuidadosamente, ya comenzaban a ser parte de la velada.
-Periodista: Muy bien, mi primera pregunta...
