A mal tiempo, buena cara....dicen

Después de mil años actualizo. No había tenido tiempo ni la inspiración, pero hoy no puedo dejar pasar algunas cosas que me han sucedido.

El día sábado 12 de julio, como es habitual, me reuniría a jugar futbolito junto a mi comunidad. Este encuentro iba a ser algo distinto, ya que además de practicar nuestro deporte favorito, nos quedaríamos a compartir un buen asado después del partido. El motivo, una despedida anticipada de unos de nuestros jugadores que se devolverá a su país a trabajar. La convocatoria durante la semana había estado algo lenta. Los medios por internet como el facebook y los foros si bien son herramientas últiles a la hora de organizar y programar actividades, no reemplazan un llamado telefónico y, por supuesto, cuando lo acuerdas en persona. Después de artimañas y llamados varios durante la semana previa, logré el ansiado quorum el día anterior al evento. Por fin estaba tranquilo para que todo estuviera en orden.

Llegado el día de dicha actividad, durante la mañana había quedado de juntarme con un amigo para comprar los alimentos y bebestibles. Lo esperaba en mi casa a las 11:00 horas y así llegar a las 12:00 horas listos para jugar y compartir. En resumen, ésto fue lo que pasó:

10:40 Me levanto de mi letargo y tranquilamente ordeno mi equipo y la ropa. Tomo desayuno y hago actividades de rutina.

11:00 Casi listo para alistarme e irme. Había algo de frío y el cielo estaba nublado completamente. Por mi cabeza comenzaron los fantasmas de "posible mal tiempo"

11:15 Aún no pasaban a buscarme. Pensé que todavía estaba dentro un margen de atraso en que no afectaba nuestros compromisos con las compras. Lo llamo al celular y no contesta. Asumí que venía conduciendo.

11:30 Todavía en mi casa, ahora más inquieto porque dependía de mi amigo y no había señales de él. Decidí llamarlo a su casa. Lo tragicómico fue que me contestó él y me dice "Danilo, justo te iba a llamar.....voy saliendo". Sólo atiné a decirle con un tono de ogro "ya...ya...te espero"

11:40 Siento caer una leve llovizna en mi patio. Eso me preocupó mucho, ya que las canchas de futbolito se anegan fácilmente y no permiten que juguemos mientras llueva o haya llovido previamente. Recordaba partidos pasados donde en numerosas ocasiones tuve que cancelar los encuentros por el mal tiempo.

11:45 Seguía la llovizna y cada vez con mayor fuerza. Aún no llegaba mi amigo y mi preocupación crecía exponencialmente. Era la muestra más representativa de un viejo gruñón. Me llamaban preguntándome qué íbamos a hacer si seguía la llovizna. Y le respondía que iba a ir a las canchas si o si y que aún no estaban las condiciones necesarias para suspender la actividad.

11:50 Miraba al cielo y me preguntaba ¿Por qué justo ahora tiene que llover? ¿San Isidro puso su alarma para programar esta lluvia?. La tenue llovizna se había transformado en una intensa lluvia. Mis esperanzas de jugar se habían ido a un pozo. El asado, si bien era factible realizarlo por el lugar techado, no tendría la misma cantidad de gente que regularmente no asiste cuando hay lluvias. No podía creer tanta mala suerte. Todo el esfuerzo durante la semana para sacar a flote ésto se estaba hundiendo.

12:00 Llega a buscarme en su vehículo mi amigo. Seguía lloviendo y con mucha intensidad. Le digo que la única opción que nos queda era ir al punto de encuentro y cancelar todo. Como organizador lo mínimo que podía hacer es dar la cara y las explicaciones del caso por más que no haya sido mi culpa. Suponía que al menos la mitad había llegado, por lo que algún plan B se nos tenía que ocurrir.

12:15 Finalmente llegamos al lugar y habían llegado 10 personas de un total de 18 que miraban como la lluvia nos había aguado el panorama. La decisión de suspender todo era más que obvio, así que rápidamente propuse partir a comer algo en un mall y salvar el panorama entre los que habíamos llegado. Sentí que amargarse por lo sucedido no nos iba a solucionar nada, por lo que mi idea apuntaba a salir de ese estado de frustración y aprovechar que habíamos varios reunidos.

Fue así como partimos en 2 viajes, estando en el mall comimos, nos reímos y disfrutamos de igual forma, a pesar de todo lo acontecido. Nunca estuvo dentro los planes, pero lo más bien que "dimos vuelta la tortilla" y compartimos como amigos como había sido nuestra intención original.

Esta lección la he aprendido con el tiempo a golpe y a palos. Antes solía frustrarme cuando planificaba algo y después por diversas razones no se concretaba. Pensaba en mi esfuerzo entregado y en vez de pensar en una salida me quedaba culpando al cielo, mar y tierra.

Como buen organizador que puedo llegar a ser, debo estar preparado para contratiempos y no asumir que todo será perfecto según mis planes. Lo otro que es sumamente importante es tener una actitud positiva ante la adversidad. Para todo siempre hay una salida.

Por cierto, ese día terminó con algo increíble. Después de muchos intentos fallidos pude comentar a la par una película que había visto. Ella que nunca ve películas y que justo la haya visto 3 veces es algo que debe quedar registrado por acá ¿Cierto miss maña?

Saludos a los que pasan.

PD: Debo una actualización con la competencia coral. Pronto se viene eso :)
PD2: La otra semana se viene nuevamente la actividad. No importa que el cielo, mar y tierra me lo impidan.
PD3: La lluvia terminó a eso de las 15:45 horas. Después salió el sol e iluminó el día jajajajajaja.
PD4: Aún así creo que alguien programó la lluvia y se fijó en el horario que había reservado la cancha.