I got my head but my head is unraveling cant keep control can't keep track of where it's traveling I got my heart but my heart's no good you're the only one that's understood
I come along but I don't know where you're taking me I shouldn't go but you're wrenching dragging shaking me turn off the sun pull the stars from the sky the more I give to you the more I die
and I want you
you are the perfect drug the perfect drug the perfect drug the perfect drug
you make me hard when i'm all soft inside I see the truth when i'm all stupid-eyed the arrow goes straight through my heart without you everything just falls apart
my blood just wants to say hello to you my fear is warm to get inside of you my soul is so afraid to realize how every little bit is left of me
take me with you without you everything just falls apart it's not as much fun to pick up the pieces
Las drogas, algo que en estos días se asocia a un placer perverso. Nos priva del control de nuestras vidas, sin embargo nos mantiene vivos. Nos hace sufrir y a la vez gritar de alegría. Nos transporta a otro espacio, donde todo parece estar en armonía, pero no pasa de ser una simple alucinación.
Cuando estás de vuelta a la realidad no sabes cómo enfrentarla. Quieres sentir nuevamente el estado de éxtasis que experimentabas. Es así como recaes y no sabes cómo detenerte. Quieres dejarla, porque en el fondo sabes que te hace daño. Tus intentos son fallidos y, peor aún, sigues sin poder escapar.
Es increíble cómo estamos constantemente expuestos a distintos tipos de drogas. No me refiero a las típicas que podemos encontrar comprando ilícitamente. Son las que nosotros mismos nos imponemos. Pueden llegar a ser tan dañinas como las drogas más duras. Nos creamos falsos escenarios y vivimos pensando en cómo nos desenvolvemos en él. Nos convertimos en adictos y no asumimos la realidad en la que nos encontramos. A pesar de todo, se alcanza un estado sublime que difícilmente podría encontrar.
¿Existen las drogas perfectas? Al menos hasta el día de hoy mi respuesta es negativa. Sería un complemento absoluto a nuestras vidas. Un placer que no tiene límites y, adicionalmente, tendríamos el control y, por defecto, dejaríamos de ser adictos. Ni siquiera sé si existe realmente. Si un día encuentro la droga perfecta, probablemente sea única y exclusivamente para mí.
Un poco atrasada esta entrada. Simplemente me encontraba drogado por estos días.
PD: Por cierto, molido, sin espalda y con un cansancio acumulado de mil noches. Aún así contento y tranquilo por todo.
No creo que exista una droga perfecta. Cuando convertimos algo o alguien en una droga para nosotros, de partida estamos saliendo del plano de lo saludable, inventándonos una realidad que no es tal. Yo misma he caído en convertir mis relaciones en anestésicos frente a mis angustias, y sólo he logrado perderle el apego a mis conexiones interpersonales. En algún momento se termina por perder el rumbo.
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No creo que exista una droga perfecta. Cuando convertimos algo o alguien en una droga para nosotros, de partida estamos saliendo del plano de lo saludable, inventándonos una realidad que no es tal. Yo misma he caído en convertir mis relaciones en anestésicos frente a mis angustias, y sólo he logrado perderle el apego a mis conexiones interpersonales. En algún momento se termina por perder el rumbo.
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